ASUSTAME PANTEÓN.
Por José Antonio Hernández El Pelao
El día de muertos representa para nosotros los mexicanos, una celebración
llena de tradiciones y misticismo.
En
cada región de nuestro país se celebra de acuerdo a sus costumbres y la forma
de ser de cada pueblo, lugar o zona geográfica, sin embargo, hay algo en común,
ese algo es, lo que llamamos la Ofrenda.
Nuestros
antepasados creían que existía un proceso para nacer y otro para morir. Por eso
cuando el alma abandona el cuerpo físico debe pasar una serie de pruebas para
purificar su alma y así trascender a la vida eterna. En las ofrendas se
perciben diversos aromas como los de la comida, la fruta, las bebidas, además
se incluyen diversos elementos aromáticos que simbolizan la purificación del
alma como la mirra el incienso y el copal, se cree que el aroma de estos tres
es capaz de guiar o atraer a los difuntos a su ofrenda.
El Día de Muertos es una celebración mexicana de origen mesoamericano que
honra a los difuntos el 2 de noviembre, comienza desde el 1 de noviembre, y coincide con las
celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.
Es una
festividad que se celebra en México y en algunos países de América Central, así
como en muchas comunidades de los Estados Unidos, donde existe una gran
población mexicana y centroamericana. La Unesco ha declarado la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad.
El
culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues ya se practicaba desde la
época precolombina. Así mismo, en el calendario mexica, que se localiza en el
Museo de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que forman este
calendario, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos.
Posteriormente, los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron
en parte las tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos, fusionándolas
con las tradiciones europeas, para poder implantar el cristianismo entre dichos
pueblos.
Los
orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la
llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica,
maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros
se realizan en estas civilizaciones desde la época precolombina. Entre los
pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como
trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el
renacimiento.
Pero
vamos a la parte de mi materia, que es la música, y como en este rubro los
mexicanos y otros pueblos hermanos, también con respeto y por qué no, con
gracia y altivez, le han cantado a la muerte y su figura.
Es el
caso de la canción que cantara Jorge Negrete, denominada El Ahijado de la
Muerte, y dice, Soy ahijado de la muerte, la Llorona me divierte con su canto
de dolor...Por eso será que vivo cantando la muerte buscando sin poderla
hallar; Julio Jaramillo quién hizo una gran carrera musical en nuestro país, interpretaba Bodas Negras, quizás amigo
lector la recuerde... Todas las noches iba al cementerio a visitar la tumba de
su hermosa, la gente murmuraba con misterio es un muerto escapado de la fosa...
Tomás Méndez y la canción que cantara el Charro Avitia… Viene la Muerte
luciendo mil atractivos colores… No le temo a la muerte, más le temo a la vida…
O la festividad de Chava Flores y su alusión a la tradición de velar a un
ser querido que ha partido hacia el mundo de los muertos, por familiares,
amigos o personas cercanas al difunto y que este ritual se realiza en muchos
casos, en donde vivía el difunto. Este gran compositor, plasma de manera muy
elocuente lo que sucede en un velorio donde los participantes generan
condiciones que parecen producto de la fantasía, sin embargo, la realidad rebaza lo
imaginado. Dice a la letra, El velorio fue un relajo pura vida la peluca (Bebidas
alcohólicas) y el café fue completita, comenzaron con los cuentos de color para
ir pasando y acabaron con que Cleto, (Nombre del difunto) ya se andaba
chamuscando. Una parte verdaderamente excepcional es aquella en la que el autor
comparte... Cuando vivía el infeliz ya que se muera y hoy que está en el veliz
que bueno era.
Se
estrenó la película Coco, por cierto, la recomiendo, que bien que Disney a
través de Pixar, promueva nuestras tradiciones y le dé una connotación especial
a la celebración de día de muertos, en mi opinión es una excelente forma de
recordarnos que nuestras costumbres deben permanecer intactas y procurar
promoverlas y preservarlas.
¡Y que
me dice de las calaveritas! Otra forma de hablar de la muerte en el mundo de
los vivos; Reflexión… existen seres que viven, pero están muertos, y muertos
que viven en muchos seres, ¿Y usted como está realmente, vivo (a) o vive muerto
(a) en vida?. Escríbame elpelaodemexico@hotmail.com
@elpelaodemexico
www.facebook.com/elpelaodemexico
Nota: EL CONTENIDO DE CADA ARTICULO ES DE QUIEN LO ESCRIBE
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