A palo dado…
Por José A. Martínez
Kate del Castillo se equivocó al quererse ligar con un
delincuente que a fin de cuentas es el gato del gato del patrón. Y es que por
conveniencias de poder han dibujado a los capos como los multimillonarios; pero
sí el vender "polvo" diera esas riquezas interminables, entonces el creador del piquín "Miguelito"
sería el más rico del país. Si los narcotraficantes fueran los únicos causantes
de las riquezas del crimen organizado, no habría cantidades económicas que
hubieran podido sostener sus vidas de despilfarros sin que la industria del
narcotráfico ya estuviera quebrada. La
razón por la cual, líderes de la droga
después de manejar grandes cantidades de dinero terminen viviendo
miserablemente es normal. Primero porque para esconderse de una persecución de
Estado, deben hacerlo sólo con lo indispensable para facilitar su huida. Y
segundo porque los narcotraficantes viven al servicio de otros, que son los
verdaderos propietarios de toda la riqueza. El nivel educativo de los
narcotraficantes los hace conformarse con borracheras, putas, armas y carros,
pero quienes mueven la cuna, no se conforman con tan poco. Los carros que
destruyen los narcos, el dinero que se gastan y las casas en que viven se
reciclan por sus patrones en decomisos, en remates judiciales y en operadoras
de inmuebles. Delincuentes como EL CHAPO,
son únicamente arrendatarios, como en otro tiempo lo fue Caro Quintero, Don Neto, Félix Gallardo y que tienen que ser sustituidos
por quienes tendrán la misma vida, el mismo objetivo y seguramente el mismo
final. Los Narcotraficantes son gerentes medios de un sistema, con un rango parecido a la de algunos secretarios, jefes de la policía o
autoridades, pero que están al servicio
de las organizaciones delictuosas. Entonces, ¿quiénes son los verdaderos jefes
de jefes y no los gatos de los gatos? Los "meros gallos" son aquellos
que conforman el pico de la pirámide en la delincuencia organizada y cuyo fin
principal más que el dinero, es el poder y son los individuos más respetados en
las altas esferas aunque nunca salen en
las planas de sociales ni necesitan publicidad, ni pagar para que les dediquen
un corrido o fanfarronerías y que incluso son personajes con un alto nivel de
inteligencia, de buen gusto, no son ostentosos y son los verdaderos
multimillonarios que heredan a sus posteriores generaciones familiares; son
aquellos que se dedican a negocios que aparentan ser
lícitos pero también se basan en el lavado de dinero que produce el
crimen organizado. Por lo que el narcotráfico no tendría las enormes ganancias
si no estuviera bajo el respaldo de la inversión empresarial con apariencia lícita.
Son quienes manejan una estrategia
financiera y política y que son los verdaderos jefes de jefes y que pueden pasar como banqueros y después de ellos existen otros jefes, que se enriquecen con la industria minera, situación que les abre relaciones estrechas con empresarios de diferentes ramas a nivel
nacional e internacional y son tan respetables que nadie se mete con ellos, al grado de que cualquier insinuación de
señalarlos como personas de malas conductas, puede resultar más pecado, que escupir a Cristo. Y por cierto, también
van a misa. Por tal razón detener a delincuentes como EL CHAPO no es la única solución para terminar con el narcotráfico.
La medida más importante para solucionar este problema, es la educación
impartida por el Estado a su población, para que cada individuo la adopte y la
transmita a su familia o circulo de convivencia, y lograr una población con la suficiente autoestima para proteger
su salud, incluso de las drogas. La coercitividad del Estado no debe servir únicamente para la realización de detenciones
espectaculares como un factor de distractor político; la fuerza de Estado debe
estar basada en el aseguramiento de los bienes de procedencia ilícita con un reciclaje
limpio y en favor de la economía social y la educación para lograr la convicción moral y no devolver el embargo de los bienes a las
mismas u otras manos del mismo árbol delincuencial. El caso en torno al Chapo Guzmán y a la actriz Kate del Castillo ha
pasado a ser también un mensaje mediático al grado de que se ha querido
especular sobre las investigaciones a
Kate del Castillo sin respetar la secrecía de una investigación ministerial
y lo han querido convertir en un escándalo con tal de crear la percepción del
fortalecimiento de las Instituciones, y lo único que han hecho es violar el
derecho de la misma actriz al no cumplir con la confidencialidad de la averiguación.
Estos malos procedimientos no excluyen de responsabilidad a Kate del Castillo quien ha sido un producto de la televisión, no
sólo porque en este medio ha basado su carrera artística, sino también porque queda claro, que en la
televisión también ha basado su
formación y educación, como lo
demuestra la conducta que exhibe su ignorancia, y por tal razón,
sin tener presente la palabra honestidad, pensó que estaba realizando un gran
negocio para beneficio de sus películas
y para la producción y distribución de su marca de tequila, con quien
consideraba un gran hombre de negocios
ilícitos, pero que en la realidad estaba tratando, con el gato del gato del gato del gato del
patrón.
NOTA: EL CONTENIDO DE CADA ARTICULO ES RESPONSABILIDAD DE QUIEN LO ESCRIBE
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