ESTAMOS CON...A palo Dado
Por José A. Martínez
Considerado por algunos expertos
no influenciados por el arte comercial;
como un pintor mediocre y un mejor escultor; José Luis Cuevas formó parte de la
corriente de intelectuales y artistas creados con un exagerado método
publicitario para tratar de formar una pared crítica pero cómplice y no amenazadora del sistema
político mexicano, después de las matanzas estudiantiles en los sexenios del
gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverria Alvarez y el saqueo Portillista.
Junto con los Monsivais, los Octavio Paz y otros de igual, menor o mayor
capacidad; se trató de simular una corriente caricaturizada a la que nació
durante la guerra civil española con
Machado y otros grandes pensadores. Cuevas era uno de los personajes
privilegiados para introducirse en las más altas esferas intelectuales y a la
vez también salir en el Canal 2 en las entrevistas de Paco Malgesto - aunque
también repudiado por escritores de la talla de Carlos Fuentes-. Cual objeto
promocional, Cuevas se vendía como un artista
que insinuaba no aceptar las
formas de los gobiernos priístas y seguir una tendencia neofigurativisma que parecía de protesta,
pero que era incongruente con su aceptación de beneficios como sus títulos de
Embajador, homenajes, premiaciones y museos con su nombre y en su honor, cuando
en aquellos tiempos, los apellidos eran exclusivos para los héroes de la lucha
de independencia, de la revolución o
Presidentes en Turno y sus familiares. José Luis Cuevas fue de los artistas que
se presentaban como inalcanzables pero que en realidad habían sido creados para deslumbrar a los mortales
televidentes, por lo que se sostenía con autobiografías mitómanas, parecidas a
las de María Félix y mostrando un comportamiento vulgar que se justificaba como
excentricidades de genio. Artistas como Cuevas sirvieron para exponer a un
México de apariencias democráticas y libres pensamientos hasta en el arte y no
mostrar al país de Fraudes electorales, de estudiantes asesinados y de
amantes profundos del futbol y no de las
artes plásticas; así como tratar de ocultar, un destrozo educativo planificado
pero barnizado por el Instituto Nacional de las Bellas Artes, y con ello, a
cambio, recibir halagos internacionales, incluso por parte de la OEA. A unos
días de la muerte de José Luis Cuevas, nos damos cuenta, que su presencia
siempre estará con nosotros, porque existen muchas cosas ligadas a su recuerdo.
Aún existe la manipuladora OEA, el influyentismo insultante en el INBA, el
prigobierno y los escándalos por televisión.
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