HABLANDO DE CINE | THE AMARTEUR |ONLY IN TEATHERS APRIL 11 2925.

HABLANDO DE CINE | THE AMARTEUR |

ONLY IN TEATHERS  APRIL 11 2925.

Por: #EnriqueBribiesca.

La noche comienza en tonos grises, húmeda por la lluvia que parece no cesar en la ciudad. Un hombre solitario, de mirada perdida y rostro consumido por un dolor sin nombre, camina entre los edificios con el paso de quien ha dejado de pertenecer a su mundo. Ese hombre es Charlie Heller, y en su piel en su alma desgarrada habita Rami Malek, con toda la intensidad y vulnerabilidad que lo caracterizan. Así arranca El Amateur, una cinta que se sumerge en el oscuro mar del espionaje no desde el heroísmo tradicional, sino desde la fractura humana.

James Hawes dirige esta historia con pulso firme, como si caminara sobre una cuerda tensa entre el thriller clásico y el drama psicológico más contenido. No se trata aquí de gadgets imposibles, persecuciones desbocadas o conspiraciones globales sin rostro. No. Esta es una historia íntima vestida de espionaje. La acción es sólo el eco de un conflicto mucho más profundo: el de un hombre empujado por el vacío, por la pérdida, y por una necesidad urgente de hacer justicia o de encontrar sentido en medio del caos.

Malek es el alma de la película. Su Charlie no es un espía entrenado, sino un criptógrafo, un hombre de códigos y lógicas, obligado a convertirse en algo más cuando la lógica del mundo se rompe. La cámara lo sigue de cerca, incluso cuando la oscuridad lo envuelve metáfora visual constante en la cinta, y su expresión lo dice todo: el miedo, la rabia contenida, la vulnerabilidad de quien se lanza a una guerra que nunca pidió. Laurence Fishburne, Rachel Brosnahan y Caitríona Balfe construyen a su alrededor un coro de voces con peso propio, aunque por momentos el guion les niega una evolución más compleja.

Hay una melancolía densa en el aire que respira la película, un tono casi crepuscular.

El montaje es medido, y la fotografía juega con contrastes de sombras y reflejos que dicen más que muchas palabras. El Amateur no necesita explicarlo todo; su poder está en lo que se intuye, en lo que se oculta bajo el silencio de una mirada o el vacío de una habitación solitaria.

No todo es perfecto. Hay pasajes que se sienten algo previsibles, ecos de otras películas del género que restan sorpresa. Y algunos personajes quedan a medio camino entre el símbolo y la persona. Pero la fuerza emocional de Charlie, su viaje casi existencial, compensa estos deslices.

El Amateur no es una cinta para quien busca sólo acción o respuestas rápidas. Es para quien está dispuesto a mirar de frente a un hombre que se ha roto y aún así decide actuar. Es para quienes saben que, a veces, el mayor acto de valentía no es derribar un imperio, sino enfrentarse a uno mismo.

En la sombra del dolor, la película encuentra su luz.

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